Vermont Green FC: el equipo de Bernie Sanders y la justicia ambiental

Con Bernie Sanders como su padrino político, el Vermont Green FC conquistó la USL League Two con una filosofía única: el fútbol como catalizador de la justicia social y ambiental.
Welcome to Bernibeu, el tifo del Vermont Green FC.

Mientras el Vermont Green FC se consagraba campeón de la USL League Two este sábado por la noche, más de 3.000 personas congregadas en el Virtue Field desplegaron un espectáculo aparte. Cantos constantes, bombos y bengalas fueron la música de la gran final, pero además se podía observar otro mensaje en las tribunas. Pancartas políticas contra el ICE, la policía migratoria de Estados Unidos, banderas con los colores del arcoíris LGBTQ+ y el plato principal: un tifo gigante proclamaba “Bienvenidos al Bernibéu”, acompañado por la imagen del senador Bernie Sanders caracterizado con la icónica boina del Che Guevara.

La escena resumía perfectamente lo que representa este particular y novedoso equipo de Burlington: una fusión única entre fútbol, activismo social y una filosofía de justicia social y ambiental que acaba de conquistar su primer título. Y cuyo orígen, tanto en sus fundadores como en el contexto donde nace el club, explica la singularidad de este proyecto que ya tiene un trofeo en su vitrina con apenas cuatro años de existencia.

La filosofía “verde” del Vermont Green FC

Vermont Green FC nació en octubre de 2021 con una misión que ningún otro club profesional en Estados Unidos había asumido con tanta claridad: usar el fútbol como catalizador para la justicia ambiental y social. La iniciativa surgió por la falta de una representación futbolística real para el pequeño estado del noreste del país, y nació liderada por Matthew Wolff, diseñador gráfico especializado en uniformes y escudos que había trabajado con Chicago Fire en la MLS y la selección francesa campeona del mundo en 2018, junto a Keil Corey, experto en conservación ambiental del Consejo de Recursos Naturales de Vermont.

Lo mas particular es su filosofía ambiental, que ya se deja ver en el nombre y el escudo. La idea madre del club se asienta en tres pilares que lo distinguen radicalmente del resto del fútbol profesional estadounidense. Primero, el compromiso con la justicia ambiental mediante la donación del 1% de sus ingresos anuales a organizaciones ambientales aprobadas, convirtiéndose en miembro de “1% for the Planet”, una organización con sede en Burlington que impulsa la filantropía empresarial verde. Segundo, la utilización exclusiva de materiales 100% reciclados en uniformes y merchandising a través de su alianza con Recover Brands, promoviendo la economía circular. Tercero, el objetivo ambicioso de convertirse en un club con emisión cero de carbono siguiendo los estándares de la iniciativa Science Based Targets.

Pancartas contra el ICE y Donald Trump son vistas constantemente en la tribuna del Vermont Green FC.

Más allá del simbolismo, Vermont Green ha establecido metas concretas para cumplir su misión ambiental. El club se comprometió a identificar todas las fuentes de emisiones y desarrollar infraestructura interna para el seguimiento y reporte de su huella de carbono. Durante su primera temporada, rastrearon meticulosamente sus emisiones para establecer una línea base que será reportada a la iniciativa Science Based Targets para su aprobación. El proceso incluye también el compromiso de luchar contra el racismo sistémico en el fútbol siguiendo la guía de la coalición Anti Racism Soccer Club, y el apoyo a organizaciones como VPIRG, VNRC, la Asociación Comunitaria Somalí Bantú de Vermont, el Centro del Orgullo de Vermont y la Red Nacional de Fondos para el Aborto.

La filosofía comunitaria se extiende también a su estructura deportiva. El club tomó la decisión consciente de no desarrollar un sistema de equipos juveniles propios, optando en cambio por afiliarse y nutrirse de diferentes equipos infantiles de la zona. Esta estrategia busca potenciar la comunidad existente en lugar de competir con ella, fortaleciendo el ecosistema futbolístico local y manteniendo la coherencia con su misión de integración social. El crecimiento sostenido del club podría eventualmente abrir caminos ascendentes en la estructura de la USL, que planea implementar ascensos y descensos entre sus divisiones: USL League One (tercera división), USL Championship (segunda división) y la nueva USL Division One, que competirá directamente con la MLS. Si bien de momento la USL League Two no estará integrada en esta pirámide, de seguir creciendo el club podría aplicar para ascender administrativamente a la tercera división.

Los jugadores del Vermont Green FC celebran el título de la USL League Two junto a su público.

El club también cuenta con el respaldo de figuras culturales como el músico Noah Kahan, estrella del pop originaria de Vermont cuya iniciativa de salud mental “The Busyhead Project” anunció una alianza con Vermont Green FC. Kahan llegó a usar la camiseta del club durante sus presentaciones, reflejando cómo el equipo trascendió el ámbito deportivo para convertirse en un símbolo cultural del estado. Esta conexión con el activismo, la política progresista y la cultura alternativa explica por qué los fanáticos pudieron desplegar sin controversia el tifo del “Bernibéu” con Sanders caracterizado como el Che Guevara, y por qué las banderas LGBTQ+ se sienten naturales en las tribunas de un partido de fútbol en una comunidad rural estadounidense.

Bernie Sanders y el contexto progresista de Vermont

Los equipos no nacen de la nada, y el Vermont Green no es la excepeción. Su filosofía, su ambiente en las tribunas y su ethos ecológico responde también al contexto de uno de los estados mas progresistas de Norteamérica. No es casual que sea el estado que dio origen a Bernie Sanders, quien se convirtió en algo así como el padrino político de este club y se transformó en su principal figura inspiracional.

Sanders ofreció charlas motivacionales durante los playoffs, incluido un discurso en el entretiempo del partido de octavos de final contra FC Motown que ayudó al equipo a remontar y ganar 3-2. “Creo que hablo por todo el estado al felicitar a Vermont Green por la extraordinaria temporada que han tenido”, declaró el senador durante la campaña hacia el título, destacando que Vermont se había convertido en “uno de los principales centros del fútbol en Estados Unidos”.

Bernie Sanders dando un discurso frente a los hinchas del Vermont Green FC.

La conexión entre Sanders y Vermont Green FC no es casual ni meramente anecdótica. Responde a un ecosistema político y social que ha convertido a Vermont en el sexto estado más progresista de Estados Unidos en 2025, con más electores que se autodefinen como liberales que como conservadores. Esta tradición progresista tiene raíces históricas profundas: Vermont fue la primera jurisdicción norteamericana en abolir la esclavitud en su Constitución de 1777.

El estado norteño ha liderado consistentemente las reformas sociales más avanzadas del país. Fue el primer estado en legalizar uniones civiles en 2000 y matrimonio igualitario vía legislatura en 2009. En 2022, los votantes aprobaron el Artículo 22, que consagra constitucionalmente la autonomía reproductiva, convirtiendo a Vermont en refugio tras la caída de Roe v. Wade. Estas políticas avanzadas incluyen también un salario mínimo indexado de 14,01 dólares por hora, licencia familiar pagada estatal ampliada y la legalización del cannabis recreativo por ley en 2018, primera vez que se logró sin plebiscito en Estados Unidos.

La influencia de Sanders y el Vermont Progressive Party desde los años 80 normalizó ideas que en otros estados se consideran radicales: salud pública universal, salario mínimo alto y justicia económica y ambiental. El contexto estructural que explica este progresismo incluye el sistema de asambleas locales que fomenta la participación directa, una demografía marcada por el flujo de profesionales y activistas desde los años 60, y una cultura política independiente donde importa más la reputación personal que la etiqueta partidaria. En materia climática, Vermont estableció la meta de electricidad 100% renovable antes de 2035 y el Global Warming Solutions Act que exige recortes de gases de efecto invernadero del 40% para 2030.

Sin embargo, este progresismo no es monolítico ni está exento de tensiones internas. Vermont vota demócrata a nivel federal, pero desde 2017 el gobernador es el republicano moderado Phil Scott. La crisis de vivienda y el alto costo de vida han generado cierto voto conservador en zonas rurales, mientras que las políticas de justicia racial enfrentan desafíos particulares en un estado predominantemente blanco y rural. Estas complejidades, no obstante, no han impedido que Vermont mantenga su posición como laboratorio de políticas progresistas y terreno fértil para iniciativas como la de Vermont Green FC. Especialmente en la ciudad de Burlington, donde la alcaldía actualmente es del partido progresista y se ubica en un condado donde Kamala Harris sacó mas del 70% de los votos ante Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales.

Volviendo al fútbol, el camino hacia el título de Vermont Green FC fue tan dramático como significativo. El equipo completó una temporada regular perfecta en la División Noreste, pero fueron los playoffs los que revelaron el verdadero carácter de esta franquicia. En sus tres primeros partidos eliminatorios, el club demostró una capacidad de remontada que se volvió legendaria, culminando con una semifinal nacional contra Dothan United que se definió en penales tras 120 minutos sin goles. Siempre con un interesante promedio de asistencia en su campo de juego, con un público en su mayoría joven y de diversos orígenes.

Owen O’Malley, convertido en héroe local tras anotar el penal decisivo en la semifinal, encarnó el espíritu del equipo cuando declaró: “Lo hago por los hinchas, amo mucho a esta gente”. Sus palabras resonaron en un estadio Virtue Field que se había transformado en una fortaleza impenetrable durante los playoffs. Las entradas se agotaban en segundos, y la demanda era tal que el club estimaba poder haber vendido al menos 15.000 localidades para cada partido de tener la capacidad.

La final contra Ballard FC representó así la culminación de un fenómeno que había comenzado como una idea entre amigos. Vermont, uno de los pocos estados sin equipos en las grandes ligas profesionales estadounidenses, finalmente tenía algo propio de lo cual enorgullecerse. El primer título nacional en la historia del club no solo llenó un vacío deportivo, sino que estableció un nuevo paradigma sobre lo que puede representar un equipo de fútbol en su comunidad.

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Nahuel Lanzón

Experto en ver fútbol de países que ni la gente de ese país ve. Me gusta mucho analizar listas de selecciones antes de cualquier torneo internacional. Relator oficial (?) del fútbol exótico en Twitch.
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