La noticia sorprendió la semana pasada. Irrumpió en portales web y en cada uno de los rincones futboleros. El Olympique Lyon, uno de los equipos más grandes de Francia, descendió a la segunda división. Fue un descenso administrativo. Por deudas e insolvencia. Pero los que estaban cerca sabían, en realidad, que esto era previsible y ahí hay un nombre: John Textor.
La decisión la tomó la DNCG. La Direction Nationale du Controle de Gestion. Un entre que se creó en 1984. La DNCG audita las cuentas de los clubes varias veces y verifica, en particular, las inversiones deportivas para que no superen las capacidad financiera. En este punto, una de las herramientas que tiene la DNCG para controlar esto son las sanciones y, ahí, aparece: la prohibición para el club de participar en competiciones, también descender o, incluso, prohibir un ascenso.
Bajo este contexto, en la última semana este organismo tomó la decisión de sancionar al Lyon y enviarlo a la segunda división del fútbol francés. Desde que eso ocurrió comenzó un derroche de situaciones que llamaron la atención. En noviembre del año pasado, el Olympique había sido sancionado y respondió sosteniendo que tuvo una recaudación de 175 millones de euros exigidos por la DNCG en noviembre, cuando esta lo relegó a la antesala de la Ligue 1 como medida cautelar. Hubo reuniones, más de 10, para tratar de llegar a un acuerdo pero finalmente nada llegó.
En enero, una vez más, hubo un repaso sobre lo que podía pasar con el OL. Allí, cuando Textor llevó a Almada del Botafogo al Lyon, también hubo una reestructuración interna, pero también una reducción de plantilla. Además de una inyección de 83 millones de euros por ventas. Ahora, en este mismo plan de negocios que tuvo que presentar el Lyon ante este ente aparece la venta de la participación de John Textor en el club inglés Crystal Palace (44,9%) —más de 200 millones de euros—.
Sin embargo, esto no alcanzó para contentar a la DNCG. Entre ellos hay promesas incumplidas o, incluso, tardías como esto que veníamos diciendo sobre la venta del Crystal Palace. Textor, más allá de esta situación, viene empujando y peleándose con este esquema desde hace varios meses.
Vale decir que, entre otras cosas, 31 de marzo, Eagle Football Group presentó resultados financieros muy preocupantes, con una deuda de 540 millones de euros, en comparación con los 463 millones de seis meses antes, una reducción del flujo. Estos problemas, desde ya, tuvieron una respuesta directa. No importó ni el calor, ni nada. Más de 2.000 personas se sumaron a las manifestaciones en el estadio pidiendo que se vaya Textor. Las manifestaciones fuera del estadio fueron masivas. Entre otras cosas apuntaron “el respeto es un valor de nuestro club, pero ha sido pisoteado por un hombre: John Textor, que los considera socios, no aficionados. Es un término que nos ha dirigido porque cree que debemos mostrarle nuestras credenciales”.
A todo esto. La reacción de John Textor, entre otras cosas, muestra cuál va a ser el próximo paso. Al adiós completo del Crystal Palace, ahora se le sumaría el abandono al Lyon. En las últimas horas se conoció que renunció al Lyon, entre otras cosas, porque como siempre dijo “se lleva mal con la política de Francia”. “Estoy sumamente orgulloso de los éxitos deportivos globales de Eagle Football, con campeonatos históricos, victorias en copas y clasificación para torneos en Brasil, Francia e Inglaterra, pero está claro que necesitamos hacer cambios en nuestro enfoque de gestión si queremos ser tan efectivos fuera de la cancha como lo somos dentro de ella”.
Eagle Football, de esta manera, centrará sus esfuerzos en Botafogo. El problema es que, después de haberse quedado afuera del Mundial de Clubes, el Botafogo también es un caos. De hecho, ocurrió que el DT que venció ¡al campeón de las Champions! se quede sin trabajo. Renato Paiva fue echado, según se conoció, porque Textor quería jugar más ofensivo en un partido ante Palmeiras, equipo que tiene a Leila Pereira como principal referente.
En medio de este escándalo, en Lyon, ahora aparece otra situación con otro modelo. Es que la nueva presidenta del Lyon es Michele Kang, quien fue responsable del equipo femenino. Michele Kang es una mujer surcoreana que llegó a Estados Unidos y allí impulsó la revolución del fútbol femenino. Fue nombrada consejera delegada de Eagle Football Group (antes OL Group), de la que forma parte como miembro del Consejo de Administración desde septiembre de 2023. Ahí aparece Kynisca, una empresa con sede en Londres que sirve como grupo paraguas para sus iniciativas de propiedad de equipos deportivos y ciencia del deporte. Otro negocio más.
En el medio, Olympique Lyon. En el medio los egocios y, seguro, habrá más novedades.