El mapa global del fútbol: Brasil, Argentina y Francia lideran la exportación de futbolistas

El reporte número 100 del CIES Football Observatory revela una reconfiguración del mapa mundial del talento futbolístico. Cuáles son los países que mas exportan y cómo cambiaron las grandes ligas.

El fútbol mundial se ha convertido en un mercado sin fronteras donde el talento cruza océanos y continentes con una frecuencia nunca antes vista. En este contexto, el reporte número 100 del CIES Football Observatory, que analiza la migración de futbolistas entre 2020 y 2025 en 135 ligas mundiales, revela un panorama fascinante: Brasil mantiene su hegemonía como exportador global con 3.020 jugadores, pero los patrones tradicionales están cambiando. Francia supera a Argentina en el segundo puesto, Sudamérica consolida un mercado interno robusto, y las grandes ligas europeas transforman sus perfiles de importación en una reconfiguración que refleja nuevas dinámicas geopolíticas y económicas del fútbol contemporáneo.

Este estudio, que examina a futbolistas que juegan fuera del país donde se formaron por motivos directamente relacionados con el fútbol, presenta un mapa detallado de cómo se redistribuye el talento mundial. Los datos, analizados cada 1 de mayo entre 2020 y 2025, muestran no solo quiénes lideran la exportación, sino hacia dónde se dirige ese flujo y cómo las tradicionales rutas migratorias del fútbol están experimentando transformaciones profundas que van más allá de lo meramente deportivo.

Los gigantes de la exportación: Brasil, Francia y Argentina lideran el éxodo global

El podio mundial de exportación futbolística presenta una composición reveladora que refleja tanto la tradición como los cambios recientes en el panorama global. Brasil encabeza la lista con 3.020 jugadores expatriados, una cifra que consolida su estatus como la principal cantera mundial. Sin embargo, la verdadera sorpresa radica en el segundo puesto: Francia, con 2.293 futbolistas, supera a Argentina (2.171) y se posiciona como la nueva potencia exportadora, especialmente dentro de Europa.

El ranking mundial presenta una geografía diversa que ilustra la globalización del talento. Tras el podio, aparecen Inglaterra (1.510), España (1.106), Alemania (1.095) y Colombia (1.077), seguidos por Nigeria (926), Serbia (915) y Croacia (855). Esta composición del top 10 refleja tanto las potencias futbolísticas tradicionales como la emergencia de nuevos actores en el mercado global.

Los crecimientos más significativos en términos absolutos revelan tendencias emergentes. Francia lidera con un incremento de 372 expatriados entre 2020 y 2025, seguida por Argentina (+216) y Nigeria (+181). Estos números no solo indican mayor movilidad, sino también cambios en las estrategias de desarrollo y exportación de talento. Francia, en particular, ha experimentado un crecimiento constante que la llevó a un récord de 1.189 expatriados en mayo de 2025, un aumento del 46% respecto a 2020.

El caso inglés presenta particularidades interesantes. Con 1.510 jugadores expatriados, su posición se beneficia significativamente de la presencia de futbolistas ingleses en otras asociaciones británicas: Escocia (445), Gales (349) e Irlanda (108) concentran la mayoría de sus expatriados. Fuera del ámbito británico, Estados Unidos emerge como el principal destino (107), reflejando tanto oportunidades económicas como vínculos culturales.

España, por su parte, alcanzó un récord de 514 jugadores activos en ligas extranjeras en 2025. Sus cuatro destinos principales presentan una distribución equilibrada: Inglaterra (106), Italia (105), Polonia (102) y Portugal (101). El mayor aumento se registró hacia Portugal (+36), sugiriendo una mayor integración ibérica en el mercado de fichajes.

Sudamérica: potencia regional con destinos continentales

Sudamérica se confirma como una región exportadora excepcional, con cinco países entre los 30 principales exportadores mundiales. Brasil (1º), Argentina (3º), Colombia (7º), Uruguay (13º) y Paraguay (27º) demuestran que el continente sudamericano ha convertido el fútbol en uno de sus principales productos de exportación. Sin embargo, los destinos de estos jugadores revelan patrones únicos que desafían las percepciones tradicionales sobre la migración futbolística.

Brasil mantiene un perfil verdaderamente global. Con 3.020 expatriados, es el segundo mayor exportador a Europa (2.009 jugadores) y lidera ampliamente las exportaciones a Asia (1.027 jugadores). Portugal sigue siendo su principal destino histórico (643 jugadores distintos entre 2020-2025), aunque experimentó una disminución significativa del 23% en jugadores activos. Mientras tanto, **Japón emerge como el segundo destino global (199 jugadores)**, seguido por Malta (139), Emiratos Árabes Unidos (133) y Corea del Sur (131). Esta redistribución hacia Asia (+25 en Japón, +45 en Corea del Sur, +32 en Indonesia) marca una tendencia que redefine el mapa tradicional del fútbol brasileño.

Sin embargo, Argentina presenta un patrón radicalmente diferente. A pesar de ser el tercer exportador mundial, **el 73% de sus futbolistas expatriados permanece en América Latina. Chile lidera como destino principal (384 jugadores), seguido por Perú (205) y Ecuador (195). España es el único país no americano entre sus cinco principales destinos (171), pero incluso ahí experimentó una disminución de 17 jugadores entre 2020 y 2025. Los aumentos más significativos se registraron hacia Perú (+64) y Uruguay (+50), consolidando un mercado interno sudamericano robusto. En ese sentido, parte de este cambio se podría explicar por un fuerte deterioro de los salarios de los futbolistas argentinos en el plano local, especialmente por fuera de los clubes grandes, en relación a otros países no sólo de Sudamérica y México, sino ya de ciertos países de Centroamérica.

Colombia sigue un patrón similar al argentino, con el 80% de sus expatriados concentrados en América. Perú (109), México (105) y Panamá (102) encabezan sus destinos, mientras que Portugal (45) y España (37) representan sus principales mercados europeos. El crecimiento hacia destinos como Panamá (+13), Brasil (+16) y Venezuela (+14) evidencia una dinámica interna continental en expansión.

Uruguay presenta la relación más impresionante entre población y exportación futbolística. Con apenas 3.5 millones de habitantes, logra ubicarse como el 13º exportador mundial (750 jugadores) y el tercero en América (613 jugadores). Esta proporción poblacional convierte a Uruguay en el país con mayor densidad exportadora del continente, confirmando su tradición como formador de talento.

Los países restantes muestran dinámicas particulares. Paraguay (27º mundial, 363 jugadores) y Venezuela (40º, 249 jugadores) se concentran principalmente en destinos americanos, mientras que Ecuador (42º, 217 jugadores) y Perú (72º, 72 jugadores) mantienen números más modestos pero estables. Bolivia por su parte destaca por su crecimiento porcentual del 138% entre 2020 y 2025, aunque desde una base pequeña (pasó de 10 a 19 expatriados).

Europa cambia de perfil: las cinco grandes ligas y sus nuevas preferencias

Donde también se ven cambios, pero en el flujo de “importación” de futbolistas, es en las principales ligas europeas. Las cinco principales competiciones están experimentando una transformación silenciosa en sus patrones de importación que refleja cambios más profundos en el mercado mundial. El análisis de los flujos hacia España, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia revela una tendencia hacia la “europeización” de las plantillas y una disminución relativa de jugadores sudamericanos en algunos mercados tradicionalmente receptivos.

España experimenta la transformación más notable. Históricamente el destino europeo preferido para argentinos y brasileños, registra descensos significativos: los argentinos activos pasaron de 59 en 2020 a 42 en 2025 (-17), mientras que los brasileños también disminuyeron (-19). Esta reducción contrasta con el aumento de futbolistas franceses y la estabilidad en otras nacionalidades europeas, sugiriendo un cambio estratégico en la política de fichajes de La Liga.

Inglaterra presenta una dinámica contradictoria. Mientras el país reduce la presencia de jugadores españoles, franceses, alemanes, argentinos y croatas, incrementa notablemente la llegada de brasileños (+17). Este patrón selectivo indica una preferencia creciente por el talento brasileño frente a otras nacionalidades tradicionalmente presentes en la Premier League.

Italia muestra señales de una mayor integración europea. Los aumentos de futbolistas franceses, españoles, alemanes e ingleses contrastan con la disminución de brasileños (-33), marcando una tendencia hacia la preferencia por talento europeo. El ligero aumento de argentinos (+3) representa apenas una excepción en un mercado que parece priorizar la proximidad geográfica y cultural.

Un dato curioso es que Francia se beneficia del crecimiento de expatriados ingleses (+12), consolidándose como un destino atractivo para jugadores de la Premier League. Su posición como segundo exportador mundial a Europa (2.080 jugadores, apenas por encima de Brasil con 2.009) la convierte en un actor dual: gran exportador y receptor selectivo.

Por último, Alemania mantiene patrones específicos vinculados a su composición demográfica. Con 475 expatriados alemanes alcanzando un récord en 2025, sus destinos principales reflejan vínculos históricos: Turquía (187), Austria (167), Países Bajos (145) y Luxemburgo (83). La presencia turca, aunque en descenso desde 2020, sigue siendo dominante y conecta con fenómenos de migración de retorno.

La migración de retorno: cuando los orígenes llaman de vuelta

Uno de los fenómenos más fascinantes revelados por el estudio del CIES es la “migración de retorno”, donde futbolistas formados en un país regresan a las ligas de sus orígenes familiares o étnicos. Este patrón, que trasciende lo meramente deportivo, refleja vínculos culturales, económicos y personales que redefinen las tradicionales rutas migratorias del fútbol.

El caso Alemania-Turquía representa el ejemplo más emblemático de este fenómeno. Turquía se mantiene como el principal destino para futbolistas alemanes (187 jugadores distintos entre 2020-2025), una cifra que “refleja la migración de retorno de muchos jugadores de origen turco que crecieron en Alemania”, según destaca el propio reporte. Aunque el número ha disminuido desde 2020, la magnitud del flujo evidencia conexiones que van más allá de las oportunidades deportivas convencionales.

Este patrón encuentra paralelos en otras relaciones bilaterales. Los Balcanes presentan dinámicas similares, donde futbolistas formados en países de mayor desarrollo económico retornan a ligas de sus países de origen familiar. Serbia, por ejemplo, siendo el único país del top 10 exportador que experimentó una disminución (-52 jugadores), ve cómo muchos de sus expatriados concentran destinos en Bosnia y Herzegovina (126) y Montenegro (73), sugiriendo vínculos regionales profundos.

Croacia muestra un patrón regional marcado con Eslovenia como destino principal (345 jugadores), seguida por Bosnia y Herzegovina (171). Esta concentración balcánica refleja no solo proximidad geográfica, sino también vínculos históricos y culturales que facilitan la adaptación de los futbolistas.

Este patrón desafía la percepción tradicional de que la migración futbolística sigue exclusivamente criterios de prestigio deportivo o económico. La migración de retorno introduce también variables culturales, familiares y de identidad que complejizan el análisis del mercado global. Los futbolistas no solo buscan mejores condiciones profesionales, sino también espacios donde puedan conectar con sus raíces, hablar su lengua materna o estar cerca de comunidades que comparten su trasfondo cultural.

El fenómeno también tiene implicaciones para el desarrollo del fútbol en países receptores. La llegada de futbolistas formados en sistemas más desarrollados eleva el nivel competitivo local y transfiere conocimientos técnicos y tácticos. Turquía, por ejemplo, se beneficia del retorno de jugadores formados en el sistema alemán, mientras que las ligas balcánicas incorporan experiencia de futbolistas que transitaron por academias europeas.

El análisis del CIES revela que el fútbol mundial no es simplemente un mercado unidireccional de periferia a centro, sino un sistema complejo donde los flujos migratorios responden a múltiples variables. La migración de retorno representa una maduración del mercado global, donde la diversificación de destinos y la valorización de vínculos culturales crean oportunidades que van más allá de las tradicionales rutas hacia las grandes ligas europeas. En este contexto, el talento no solo busca prestigio o dinero, sino también pertenencia, conectando el fútbol con dinámicas sociales más amplias que reflejan la complejidad del mundo contemporáneo.

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Nahuel Lanzón

Experto en ver fútbol de países que ni la gente de ese país ve. Me gusta mucho analizar listas de selecciones antes de cualquier torneo internacional. Relator oficial (?) del fútbol exótico en Twitch.
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