El Chelsea se coronó campeón del Mundial de Clubes 2025 tras vencer 3-0 al PSG en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, pero el verdadero espectáculo no ocurrió dentro del campo de juego, y eso que el equipo de Enzo Maresca dio una exhibición. La final trascendió ampliamente lo deportivo para convertirse en un evento de alta significación geopolítica, donde la presencia central de Donald Trump ocupó un lugar tan protagónico como el fútbol mismo.
El Presidente de los Estados Unidos asistió al encuentro acompañado de Melania y ocupó un lugar privilegiado en el palco junto a Gianni Infantino. Sin embargo, la presencia presidencial fue apenas la punta del iceberg de un evento que tuvo varios hechos que excedieron por mucho lo meramente deportivo, incluyendo charlas diplomáticas al mas alto nivel para buscar un cese al fuego en la Franja de Gaza.
Trump e Infantino: una alianza sin precedentes en el fútbol mundial
La presencia de Trump en la final del Mundial de Clubes no fue casual ni meramente protocolaria. El presidente estadounidense viajó desde su club de golf en Bedminster, ubicado a 60 kilómetros del MetLife Stadium, en una jornada que coincidió con el primer aniversario del atentado que sufrió en Butler, Pensilvania. Durante el evento, Trump recibió tanto ovaciones como silbidos por parte del público presente, que fueron celosamente silenciados por la transmisión oficial.
La relación entre Trump e Infantino ha alcanzado niveles de colaboración sin precedentes en la historia de la FIFA. En los primeros 110 días de la presidencia de Trump en 2025, fuera de su gabinete, Gianni Infantino fue la persona que más veces visitó la Casa Blanca, con cinco visitas documentadas. El mandamás de la FIFA no solo busca aprovechar el beneplácito de Trump, sino que incluso busca meter a la FIFA de lleno en la agenda, incluso buscando una vuelta de Rusia al fútbol como símbolo de las negociaciones que, por ahora infructuosamente, está llevando a cabo el gobierno norteamericano.

Volvió Donald Trump y cuál puede ser el futuro de los deportes en Estados Unidos
Por Federico Lamas
Infantino había confirmado previamente la asistencia presidencial durante un evento en la Trump Tower de Nueva York, donde destacó que Trump “abrazó de inmediato la importancia del Mundial de Clubes y del Mundial del año próximo”. No es desconocido que desde hace años Trump tiene el soccer como uno de sus grandes objetivos, quizás una de las últimas arenas donde Estados Unidos es (o era) un actor de reparto.
El Mundial de Clubes a la americana: militarización y espectáculo

Es en esta lógica, y no una lógica comercial, donde tiene que inscribirse la clara “americanización” de este Mundial de Clubes y especialmente de la gran final. La ceremonia previa mostró características claramente militarizadas y de exaltación patriótica estadounidense que rompieron con los protocolos habituales de la FIFA. El sobrevuelo de aviones militares durante la ceremonia, la interpretación del himno nacional de Estados Unidos con guardia de honor y los fuegos artificiales que rodearon el estadio tras la interpretación del himno marcaron un precedente en la organización de eventos FIFA.
Pero el elemento más disruptivo fue la primera vez en la historia de una competición FIFA que se realizó un espectáculo durante el descanso. Esta innovación, típica del deporte estadounidense y que ya había sucedido en la final de la Copa América, representa una clara “americanización” del formato FIFA y evidencia la influencia creciente de Estados Unidos en la organización de eventos futbolísticos internacionales.

En modo MAGA, Infantino planea el “operativo retorno” de Rusia al fútbol
Por Nahuel Lanzón
Pero todas estas cuestiones no deben, me reitero, leerse como un intento de hacer mas apasible el fútbol al público norteamericano: es Infantino ofrendándole el fútbol en tanto producto a Trump.
Gaza en las tribunas: diplomacia paralela durante el partido
Sin embargo, quizás lo mas importante que sucedió mientras Chelsea y PSG disputaban el título en el campo, fue una cuestión que pasó debajo del radar con las negociaciones de Gaza. Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Oriente Medio, confirmó en la previa que se reuniría con autoridades del Qatar durante la final para tratar el cese al fuego en Gaza, añadiendo una dimensión geopolítica inesperada al evento deportivo. La presencia del emir Sheikh Tamim, que había tenido vínculos comerciales previos con Trump, y las reuniones sobre cese al fuego en Gaza con autoridades del Qatar
Witkoff declaró que se sentía “esperanzado” sobre las negociaciones del alto el fuego en Gaza y que planeaba reunirse con altos funcionarios qataríes durante la final del Mundial de Clubes. Estas declaraciones llegaron en un momento en que las conversaciones en Doha parecían estar en un punto muerto, con Hamas e Israel en desacuerdo sobre varios aspectos del cese al fuego.
El contexto añade una dimensión geopolítica adicional cuando se considera que el PSG es propiedad del fondo de inversión soberano Qatar Investment Authority (QIA), controlado directamente por la familia real qatarí encabezada por el emir Tamim bin Hamad Al Thani. Esta conexión convirtió la final en un escenario donde convergen los intereses deportivos, económicos y diplomáticos de Qatar, ya que el estado del Golfo es el mediador principal entre Estados Unidos y Hamas.
La final del Mundial de Clubes 2025 quedará en la historia por ser la primera final con el formato extendido del torneo, pero también por haber marcado el cambio de paradigma que le quiere imprimir Gianni Infantino al rol geopolítico del fútbol. Una tendencia que continuará especialmente en el Mundial 2026, donde estos elementos volverán a converger en territorio estadounidense en un mundo cada vez mas convulso.