El New York Cosmos regresa al fútbol de Estados Unidos

Nuevo escudo del New York Cosmos (2025)

El New York Cosmos regresará a la actividad profesional en 2026, esta vez en la USL League One. Es la resurrección de la franquicia que cambió para siempre la percepción del fútbol en Estados Unidos, con la llegada de Pelé en la década del 70, pero luego tuvo varios capítulos mas en su historia. Ahora, regresará en una forma mucho mas humilde en la tercera división de la pirámide estadounidense, pero con un plan ambicioso a mediano plazo.

El anuncio oficial confirmó que North Jersey Pro Soccer adquirió los derechos del nombre y la identidad Cosmos de manos de Rocco Commisso, quien mantendrá una participación minoritaria en el nuevo proyecto. Esta tercera iteración del club jugará en el Hinchliffe Stadium de Paterson, Nueva Jersey, y por primera vez en su historia, el Cosmos tendrá un estadio propio que podrá llamar hogar, algo que ni siquiera ocurrió durante sus años dorados en el Giants Stadium.

Los Galácticos originales: cuando las estrellas llegaron a América

Para entender la relevancia de este regreso, es necesario retroceder a 1975, cuando el fútbol estadounidense vivió su momento más revolucionario. La llegada de Pelé al New York Cosmos fue un fenómeno en el país que trascendió las fronteras de un soccer que buscaba ponerse en la primera plana del deporte. Los hermanos turcos Ahmet y Nesuhi Ertegün, ejecutivos de Atlantic Records, habían fundado el club en 1971 junto a Warner Communications, pero fue la contratación del astro brasileño lo que catapultó al Cosmos a la dimensión de espectáculo de masas.

Los números hablan por sí solos: antes de Pelé, el Cosmos promediaba 3,000 espectadores por partido. Después de su llegada, las cifras se dispararon hasta los 48,000. El contrato de aproximadamente 7 millones de dólares por tres años era una cifra exorbitante para la época, pero la inversión se justificó con creces cuando el club se convirtió en el epicentro del fútbol mundial en América. Franz Beckenbauer, Giorgio Chinaglia y Carlos Alberto completaron un plantel que parecía más un dream team que un equipo.

Pelé en el New York Cosmos.

Los cinco títulos de la North American Soccer League (NASL) conquistados entre 1972 y 1982 consolidaron al Cosmos como la franquicia más exitosa de la liga, pero su verdadero legado fue demostrar que el fútbol podía funcionar como espectáculo de masas en Estados Unidos. Sin embargo, este sueño dorado colapsó estrepitosamente en 1985, víctima de la crisis financiera de Warner Communications y los problemas internos generados por la compra de Giorgio Chinaglia, quien no logró mantener la estructura que había hecho grande al club. La caída en el interés general de la NASL fue el golpe final a un equipo que simplemente dejó de ser sustentable económicamente, al igual que la liga que lo contenía.

El intento fallido del nuevo milenio

Veinticinco años después de su disolución, Paul Kemsley adquirió los derechos de la marca en 2010 con la ambición de conseguir una plaza en la MLS, pero luego el grupo que iba a financiar la nueva franquicia desistió de la idea. Así surgió el puntapié para la recreación de la NASL, sin vínculos legales con la anterior liga, pero si intentando recapturar esa esencia. En la práctica, terminó operando como una segunda división dentro de la pirámide (sin vínculo con la MLS y sin descensos), compitiendo contra la USL por ver cual de las dos ligas se terminaba imponiendo, incluyendo una batalla legal de por medio.

Así, la segunda vida del Cosmos comenzó en 2013 con Pelé como presidente honorario y una filosofía diferente: menos espectáculo mediático, más competitividad deportiva. Esta nueva iteración logró conquistar tres títulos de la NASL entre 2013 y 2016.

La llegada de Raúl González en 2015 representó el momento cumbre de esta segunda etapa. El máximo goleador histórico del Real Madrid no solo aportó calidad futbolística, sino que estructuró una academia juvenil que prometía ser la base del futuro del club. Marcos Senna, Andoni Iraola y otros futbolistas de renombre dieron mas jerarquía a un proyecto que, sin embargo, enfrentaba limitaciones estructurales que resultarían insalvables.

Raul fue la gran estrella de la segunda versión del New York Cosmos.

El problema fundamental del Cosmos moderno no era deportivo sino institucional. La NASL colapsó en 2017 por motivos económicos y, especialmente, la derrota judicial que la terminó de sepultar ante la USL, arrastrando consigo a su franquicia más exitosa. A pesar de los intentos de Rocco Commisso, dueño de la Fiorentina quien compró el club en 2016, las disputas legales con la Federación de Fútbol de Estados Unidos y la falta de un sistema de ligas estable condenaron al Cosmos a un nuevo hiato que se extendió hasta 2025.

La marca sobrevivió, pero más como objeto de colección nostálgica que como entidad deportiva activa. Entre 2017 y 2025, el Cosmos jugó apenas cuatro partidos competitivos durante la temporada 2020 en la National Independent Soccer Association, una liga amateur. Ese fue el único fútbol que vio en casi una década.

Más que nostalgia: el proyecto de desarrollo juvenil

El nuevo consorcio del New York Cosmos.

La tercera iteración del Cosmos llega con una filosofía radicalmente diferente a sus predecesoras. Erik Stover, quien ya formó parte del proyecto en la década de 2010, lidera una iniciativa que prioriza el desarrollo comunitario y la formación juvenil por encima del marketing de estrellas. Su experiencia previa con los New York Red Bulls, donde fue clave en el fichaje de Thierry Henry y la construcción del Red Bull Arena, aporta una perspectiva pragmática sobre las necesidades reales del fútbol estadounidense.

Giuseppe Rossi, ex delantero de la selección italiana y mas recordado por su paso por el Villarreal, pero nacido en Nueva Jersey, asume como vicepresidente y director deportivo con una misión clara: revolucionar el desarrollo juvenil en una región que, según Stover, tiene “nueve millones y medio de habitantes con un solo club profesional”.

El nuevo Cosmos se beneficia del momento histórico perfecto. La USL acaba de aprobar un sistema de ascensos y descensos que entrará en vigor próximamente, ofreciendo por primera vez en décadas un entorno que podría llevar al club desde la League One donde comenzará a partir del próximo año hasta la primera división dentro de esta estructura.

Mas allá de la nostalgia, lo cierto es que las franquicias en Estados Unidos por fuera de la MLS suelen enfrentar un problema típico, que es la inestabilidad propietaria. Los equipos suelen tener una ráfaga inicial de inversión y, si los resultados no se dan, corren el riesgo de rapidamente extinguirse para que otra franquicia tome su lugar. De hecho, la USL en sus dos ligas actuales tiene el promedio mas alto de recambio de equipos, esto sin tener ascensos o descensos todavía implementados. Será este el gran desafío que tenga esta nueva versión de un equipo que supo hacer historia en el fútbol de Estados Unidos, pero que ya vió varias veces frustrarse su sueño en el caótico mundo del fútbol norteamericano.

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Nahuel Lanzón

Experto en ver fútbol de países que ni la gente de ese país ve. Me gusta mucho analizar listas de selecciones antes de cualquier torneo internacional. Relator oficial (?) del fútbol exótico en Twitch.
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