El Mundial de Clubes tiene una novedad: se puede ver gratis. Casi gratis, en realidad, porque si o si necesitás tener internet y eso sale dinero. Más allá de eso, el Mundial de Clubes se puede ver por una página y por un stream que es DAZN. Una empresa británica de streaming deportivo que tiene una incógnita detrás. Llegó con los miles de millones del magnate Len Blavatnik y con una agresiva política de adquisición de derechos. Pero no es solo crecimiento, también hubo frustraciones fuertes como el colapso en Francia luego de un fallido acuerdo con la Ligue 1.
En 2023, DAZN firmó un contrato de 400 millones de euros por temporada con la Ligue de Football Professionnel (LFP), con la intención de convertirse en el principal canal de transmisión del fútbol francés. Pero apenas un año después, los números son desastrosos: los suscriptores no llegan al objetivo de 1,5 millones, y ni las promociones agresivas —como un paquete de 69 euros por toda la segunda mitad de temporada— lograron cambiar el rumbo. El último reporte marca apenas 500.000 suscriptores. “Los números no cierran”, se repite en las oficinas de la LFP, y eso se traduce en clubes sin fondos y una liga en crisis.
Waldemar Kita, presidente del Nantes, no tuvo reparos en calificar el acuerdo como “una mierda”, mientras Joseph Oughourlian, dirigente del Lens, lo definió como “un desastre de mierda”. La situación es tal que DAZN está considerando activar su cláusula de salida antes de lo previsto, incluso presionando para abandonar antes de diciembre, cuando formalmente podría hacerlo sin penalizaciones.
La razón detrás de esta debacle tiene varias capas. DAZN culpó a los clubes de no facilitar el acceso y la promoción del producto, lo que fue considerado “comprensible” por el mediador del conflicto. Pero detrás de eso hay un modelo de negocio con fundamentos endebles: DAZN apostó por un producto único, sin extras, en un mercado acostumbrado a plataformas como Canal+ y Amazon Prime, que ofrecen mucho más que partidos de fútbol.
El tema es que, ahora, el Mundial de Clubes 2025 —que se juega en Estados Unidos— representa su nueva gran apuesta. DAZN compró los derechos de transmisión global por 1.000 millones de dólares. Con un apoyo fuerte de capitales árabes sobre el Mundial de Clubes. De hecho, en los carteles se pueden ver como es uno de los sponsors del torneo. El Fondo soberano de inversión de Arabia Saudita (PIF) es patrocinador del torneo. Recordemos que el mejor jugador de la historia: Lionel Messi juega en Estados Unidos, debutó en el primer partido del Mundial de Clubes, fue invitado a disputarlo de manera insólita y, además, es embajador de Arabia Saudita.
A todo esto, DAZN tiene capitales de firma saudí SURJ Sports Investment que adquirió una participación en la empresa por la misma cifra. Ese dinero terminó financiando, indirectamente, el torneo. Pero el rédito, por ahora, es más simbólico que comercial. Teniendo en cuenta el futuro del fútbol mundiall.
La cobertura premium del torneo, que incluye partidos en directo y contenidos exclusivos, es transmitida gratuitamente por DAZN con la esperanza de atraer hasta 100 millones de nuevos usuarios a la plataforma. En Reino Unido, sublicenció los partidos a Channel 5, pero la oferta fue tan escasa que ITV llegó a ofrecer cero libras por algunos encuentros.
A pesar de todo, DAZN no frena. Recientemente firmó un acuerdo con la FIFA para operar el servicio FIFA. Este vínculo, reforzado por la inversión saudí, une a DAZN y la FIFA en una misma lógica de expansión global, respaldada por capital de alto riesgo. Para muchos en la industria, lo ocurrido en Francia es una advertencia para la Premier League, que también considera lanzar su propio servicio directo al consumidor. El experimento DAZN ha demostrado que, sin una propuesta integral de contenidos y sin una base de usuarios fidelizada, ni siquiera una billetera interminable garantiza el éxito.