En la historia del fútbol caribeño, pocos nombres son tan singulares como el de Allan “Skill” Cole. Nacido en Kingston en 1950, es recordado no solo por su calidad dentro del campo, sino también por haber sido el mejor amigo y representante de Bob Marley, con quien compartió una pasión: el fútbol.
Cole fue considerado durante su juventud como el mejor futbolista de Jamaica. Con un talento innato, podía jugar tanto de mediocampista como de delantero, destacando por su técnica refinada y su visión de juego. Sus cualidades lo llevaron a ser parte de la selección nacional de Jamaica, además de tener experiencias internacionales, entre ellas un paso por el fútbol de Brasil en el Náutico de Recife, algo inusual para un jugador caribeño en los años 70.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su hija, Debbie Cole, quien dijo que sufrió una insuficiencia cardíaca. En los ’70 estuvo de gira con el Rey del Reggae como road manager y vivió tres años en Etiopía, donde entrenó a la selección nacional. Si, en serio.
The Jamaica Football Federation (JFF) extends heartfelt condolences to the family, friends, and the wider football fraternity on the passing of former national player Allan “Skill” Cole, who died on Tuesday, September 9, 2025, at the age of 74. pic.twitter.com/vhStB6SAYn
— Official J.F.F (@jff_football) September 10, 2025
Entre otras cosas, Cole fue en su momento el jugador más joven en debutar ocn la selección de Jamaica con tan solo 15 años. Fue uno de los deportistas más populares de Jamaica durante la década de 1970, cuando Cole alcanzó la categoría de héroe popular con hazañas atléticas con el Santos en la Liga Nacional local, que los aficionados al fútbol calificaron de “legendarias”. Un año después, en 1971, vendieron al jamaiquino al Nautico de Brasil. En aquel entonces jugaba en el estadual de Pernambuco y consiguió clasificar al Campeonato Nacional de 1972, su primera participación desde 1959.
Estuvo un tiempo, pero todo se pudrió cuando los dirigentes del Náutico le pidieron a Cole que se cortara el el pelo rastafari, pero -lógicamente- no lo iba a hacer. En su vuelta a Jamaica, Cole estuvo en el equipo Santos que lo vio ganar varias ligas hasta que, finalmente, se instaló en Etiopia donde, entre otras cosas, dirigió y jugó para el equipo Etiopia Airlines aunque, tambiCole abandonó Jamaica a finales de los 70 y se instaló en Etiopía. En 1980, regresó al grupo de Marley como road manager para la que sería su última gira.
Cole conoció a Marley en un partido de fútbol de ligas menores en Trench Town a principios de los años 1960, pero la amistad no se consolidó hasta la última parte de la década, cuando los Wailers (Bob Marley, Peter Tosh, Bunny Wailer) comenzaron a dirigir su propio negocio bajo su sello discográfico Wail ‘n’ Soul.
Su figura trascendió lo deportivo porque encarnaba el espíritu de una generación: fútbol, música y resistencia cultural. Mientras Marley conquistaba el mundo con el reggae, Cole mantenía viva la otra gran pasión del cantante. Juntos jugaban partidos en Kingston o en giras, donde la pelota siempre estaba presente en los descansos de los conciertos. Marley llegó a decir que el fútbol era “su segunda religión”, y Cole fue parte fundamental de esa devoción. Recordemos que Marley era un apasionado del fútbol; jugaba en cada rato libre, sobre todo partidos informales. En 1977, mientras jugaba en París un partido con gente de su entorno —entre ellos Allan “Skill” Cole-, recibió un golpe en el pie derecho. Al revisarlo, los médicos descubrieron que la lesión no era simplemente deportiva: había un melanoma maligno (cáncer de piel) en el dedo gordo.
Los doctores le recomendaron amputar el dedo, pero Marley se negó porque esa operación le habría impedido seguir jugando al fútbol como antes, además de entrar en conflicto con sus creencias rastafaris. En su lugar, aceptó una cirugía menos invasiva: le quitaron la uña y tejido afectado, pero el cáncer no se detuvoc