La FIFA confirmó este viernes la suspensión de siete jugadores de la selección de Malasia por un período de 12 meses tras descubrir que la Federación de Fútbol de Malasia (FAM) presentó documentación falsificada para hacerlos elegibles. El organismo rector del fútbol mundial también impuso una multa de 350.000 francos suizos a la federación asiática por violaciones al artículo 22 del Código Disciplinario de la FIFA. Los jugadores afectados participaron en la victoria 4-0 de Malasia sobre Vietnam en las eliminatorias de la Copa Asiática 2027, disputada el pasado 10 de junio en el estadio Bukit Jalil de Kuala Lumpur.
El escándalo se desató tras una denuncia presentada a la FIFA después del mencionado partido contra Vietnam, donde nueve de los once titulares malayos eran jugadores naturalizados. La investigación posterior reveló que la documentación presentada por la FAM para acreditar la elegibilidad de varios futbolistas había sido alterada deliberadamente. Los siete sancionados incluyen nombres como los argentinos Facundo Garcés, Rodrigo Holgado e Imanol Machuca, y otros futbolistas como João Vitor Figueiredo, Jon Irazábal, Gabriel Felipe Arrocha y Hector Hevel. Cada uno de estos deportistas deberá abonar una multa individual de 2.000 francos suizos además de cumplir la suspensión de todas las actividades futbolísticas.
La controversia había comenzado meses antes cuando medios de comunicación indonesios y vietnamitas expresaron dudas sobre la legitimidad de las naturalizaciones masivas realizadas por Malasia. Los cuestionamientos se intensificaron cuando se conoció que varios de estos jugadores, provenientes de clubes de España, Argentina y Brasil, obtuvieron la ciudadanía malaya en tiempo récord sin tener conexiones familiares claras con el país asiático. Fanáticos del sudeste asiático habían solicitado formalmente a la FIFA que investigara estos procesos de naturalización, comparando la situación con el caso de Timor Oriental, que fue sancionado en 2017 por irregularidades similares.
El impacto de las naturalizaciones fraudulentas fue inmediato en el rendimiento del equipo dirigido por Peter Cklamovski. En el encuentro contra Vietnam, cuatro de los siete jugadores ahora sancionados anotaron los goles que le dieron la victoria a Malasia y los colocaron en la cima del Grupo F de las eliminatorias asiáticas. João Figueiredo y Rodrigo Holgado, ambos incluidos en la lista de suspendidos, fueron responsables de dos de las cuatro conquistas que consolidaron el triunfo. Esta victoria había sido crucial para las aspiraciones de Malasia de clasificar a la Copa Asiática 2027, tornándose ahora en un resultado que podría ser anulado según el desarrollo de las investigaciones.
La Federación de Fútbol de Malasia había defendido públicamente la legalidad de sus procesos de naturalización hasta el momento de conocerse la sanción. Su presidente, Datuk Mohd Joehari Ayub, había declarado en julio que siguieron todos los procedimientos establecidos por la FIFA y que no tenían razones para ocultar información sobre el estatus de los jugadores. Sin embargo, la investigación del Comité Disciplinario de la FIFA determinó que los documentos presentados contenían información falsificada que permitió la elegibilidad de futbolistas que no cumplían con los requisitos reglamentarios. El caso ha sido derivado al Tribunal de Fútbol de la FIFA para una evaluación más profunda sobre la elegibilidad de estos deportistas para representar a Malasia.
En un comunicado posterior, la Federación notificó formalmente que recibió la sanción, confirma que va a apelar la medida y reafirma que no rompió ninguna regla: “La Federación ha gestionado toda la documentación y los procedimientos relacionados de manera transparente, siguiendo las directrices establecidas. De hecho, la FIFA ya había examinado la elegibilidad de los jugadores en cuestión y emitido una confirmación oficial de que eran aptos para representar a Malasia.”
Las sanciones impuestas pueden ser apeladas ante el Comité de Apelaciones de la FIFA, aunque la federación malaya no ha comunicado oficialmente sus intenciones al respecto. El resultado del partido contra Vietnam, que había ubicado a Malasia con una ventaja de tres puntos sobre sus rivales en el grupo, ahora enfrenta la posibilidad de ser anulado si se confirma que los jugadores participaron de manera irregular. La decisión final sobre este aspecto quedará en manos del Tribunal de Fútbol de la FIFA, que determinará las consecuencias deportivas adicionales más allá de las sanciones económicas y disciplinarias ya implementadas.
