Electronic Arts pasa a manos saudíes: el PIF se queda con la empresa que hacía el FIFA

El gigante de los videojuegos Electronic Arts (EA) dejará de cotizar en bolsa tras ser adquirido por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF), en una operación valorada en 55 mil millones de dólares. La transacción, la más grande en la historia del sector, coloca a la petrolera nación árabe en el centro del negocio global del entretenimiento digital.

El acuerdo, que incluye a los fondos Silver Lake y Affinity Partners como socios minoritarios, garantiza a los accionistas de EA un pago de 210 dólares por acción, con una prima del 25 % sobre su último valor de mercado. Una vez concretado el cierre, previsto para el primer trimestre del año fiscal 2027, la compañía pasará a ser privada bajo control saudí.

Con esta jugada, Arabia Saudita reafirma su estrategia de diversificación económica impulsada por el programa Vision 2030, que busca reducir la dependencia del petróleo y consolidar al reino como un actor global en entretenimiento, deportes y tecnología.

El PIF ya había realizado fuertes apuestas en el sector, con participaciones en compañías como Nintendo y activando su brazo dedicado a los esports, Savvy Games Group. La compra de EA, sin embargo, marca un salto cualitativo: se trata de asumir el control de una de las desarrolladoras más influyentes del mundo, creadora de sagas icónicas como The Sims, Battlefield, Need for Speed y EA Sports FC.

“PIF está en una posición única dentro de los sectores globales de juegos y deportes electrónicos, y esta asociación ayudará a impulsar aún más el crecimiento a largo plazo de EA”, destacó Turqi Alnowaiser, vicepresidente del fondo soberano.

Para EA, la operación significa dejar atrás la presión de los mercados bursátiles y operar bajo un paraguas financiero dispuesto a invertir a largo plazo. Analistas del sector señalan que la nueva estructura permitirá a la empresa asumir más riesgos creativos, reforzar la innovación tecnológica y profundizar su expansión en mercados emergentes, con el respaldo económico de Arabia Saudita.

El financiamiento de la operación se divide en 36 mil millones de aportes directos del consorcio y 20 mil millones en deuda estructurada por JPMorgan, con fuertes garantías de ejecución.

La compra de EA por parte del PIF no solo es un récord financiero, también reconfigura el mapa de poder de la industria. A diferencia de la adquisición de Activision Blizzard por Microsoft, aquí no hay un gigante tecnológico detrás, sino un fondo soberano decidido a usar el gaming como vehículo de influencia global.

El movimiento genera interrogantes: ¿qué impacto tendrá la gestión saudí en las decisiones creativas de EA? ¿Cómo se verán afectadas sus franquicias deportivas, especialmente EA Sports FC, la heredera del histórico FIFA?

Por lo pronto, lo cierto es que el centro de gravedad de la industria del videojuego se mueve hacia Medio Oriente, y que Arabia Saudita ha encontrado en EA la pieza clave para consolidar su estrategia de expansión cultural y económica.

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Federico Lamas

Periodista. Historias y deportes. Si se pueden mezclar mejor. Trabajé en El Gráfico, Canal Trece y Diario Popular. Ahora como editor de deportes en El Destape. Cubrí Juegos Olímpicos, elecciones, marchas y una vez me subí a un auto para seguir a tres prófugos. Escribo crónicas. Algunas salen. La objetividad es una mentira, lo que importa en el periodismo es la mirada.
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