Mundial 2026: el caos con las entradas ya empezó y la FIFA se lava las manos

La primera fase de venta de entradas para el Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, arrancó este miércoles con un exclusivo sorteo para clientes de Visa, uno de los principales patrocinadores de FIFA. Pero lo que debía ser un inicio ordenado estuvo marcado por largas esperas virtuales, errores técnicos y un mar de quejas en redes sociales.

Desde las 11 de la mañana (hora del Este), los fanáticos pudieron ingresar al sitio de FIFA para aplicar al sorteo de boletos. Sin embargo, muchos se toparon con salas de espera interminables, relojes de cuenta regresiva que nunca aparecían o mensajes de error que directamente los dejaban afuera. Otros, tras más de una hora de intentos, lograron completar la aplicación con éxito.

Según la propia FIFA, alrededor de un millón de entradas —un 15% del total de la competencia— estarán disponibles en esta primera etapa, que se extenderá hasta el 19 de septiembre. Luego, quienes resulten elegidos en el sorteo podrán comenzar a comprar sus boletos a partir del 1 de octubre.

La polémica de los precios dinámicos

Más allá del colapso inicial, el foco también está puesto en la estrategia de “precios variables” que aplicará FIFA. Se trata de un sistema de precios dinámicos que fluctuarán según la demanda: partidos de selecciones populares como Brasil, Argentina o Estados Unidos podrían disparar sus valores en cuestión de horas, mientras que los encuentros menos atractivos podrían bajar de precio para garantizar su venta.

Los números ya generan impacto: un ticket de Categoría 1 para la final tendrá un precio base de 6.730 dólares, mientras que los de Categoría 4 en fase de grupos comenzarán en 60 dólares. Sin embargo, al no haber tope definido en las subidas, las cifras podrían multiplicarse rápidamente en partidos de alto interés.

A esto se suma el lanzamiento de una plataforma oficial de reventa de entradas, también controlada por FIFA, donde los precios no tendrán techo. De esa forma, el organismo busca competir con sitios como StubHub o SeatGeek, aunque con la ventaja de quedarse con una comisión directa.

Críticas desde Nueva York

El esquema encendió la polémica política en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, una de las ciudades sede del torneo. El alcalde Eric Adams criticó abiertamente a FIFA por impulsar un modelo que, según él, “pone el negocio por encima de los fanáticos” y podría dejar fuera a muchos neoyorquinos de bajos recursos.

“Un Mundial en nuestra ciudad debe ser una fiesta para todos, no solo para quienes puedan pagar miles de dólares por un asiento”, dijo Adams en declaraciones recientes. También cuestionó la falta de transparencia en la preventa y pidió a la FIFA que garantice un cupo accesible para residentes locales.

Expectativa global

La demanda, sin embargo, parece no tener techo: más de 8,5 millones de personas ya se registraron para acceder a las entradas del primer Mundial con 48 selecciones y organizado en tres países. La incógnita ahora pasa por ver hasta qué punto los precios dinámicos impactarán en la experiencia del público y si la polémica con las autoridades locales, como la de Nueva York, forzará algún tipo de ajuste en la política de ventas.

Lo cierto es que, entre sorteos confusos, precios que pueden duplicarse en cuestión de días y un mercado secundario sin límites, la carrera por una entrada al Mundial 2026 recién empieza, y ya está dejando más preguntas que certezas.

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Federico Lamas

Periodista. Historias y deportes. Si se pueden mezclar mejor. Trabajé en El Gráfico, Canal Trece y Diario Popular. Ahora como editor de deportes en El Destape. Cubrí Juegos Olímpicos, elecciones, marchas y una vez me subí a un auto para seguir a tres prófugos. Escribo crónicas. Algunas salen. La objetividad es una mentira, lo que importa en el periodismo es la mirada.
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