Bill Foley desembarca en Croacia: compró el 25% del HNK Rijeka y amplía su red de clubes

El magnate estadounidense Bill Foley sigue expandiendo su influencia en el fútbol mundial. A través de Black Knight Football Club (BKFC), su vehículo de inversiones deportivas, adquirió un 25% del HNK Rijeka, uno de los equipos más importantes de Croacia. La operación, confirmada en las últimas horas, marca un nuevo paso en el ambicioso plan global de multipropiedad que encabeza el empresario de Las Vegas.

De Bournemouth a Rijeka: la red de Foley

Con esta incorporación, Foley suma ya siete clubes bajo su órbita, repartidos en tres continentes. El listado incluye a AFC Bournemouth en la Premier League, FC Moreirense en Portugal, participaciones en Hibernian (Escocia) y Lorient (Francia), el recién creado Auckland FC en Nueva Zelanda, Orlando City en la MLS y ahora Rijeka, campeón del doblete croata en la temporada 2024/25.

El esquema tiene un punto central: la sinergia entre instituciones. Futbolistas que no encuentran espacio en una liga altamente competitiva, como la inglesa, pueden desarrollarse en mercados intermedios. Es el caso del juvenil Danijel Adu-Adjei, que pasó de las inferiores del Bournemouth al Rijeka.

Multipropiedad en expansión

A sus 80 años y con un patrimonio superior a los 1.700 millones de dólares, Foley trasladó al fútbol la lógica que ya aplicó en el deporte estadounidense: gestión empresarial profesionalizada, inversión en infraestructura y circulación de talento entre franquicias. Su grupo maneja clubes como una red interconectada, donde cada eslabón cumple un rol distinto en el desarrollo de jugadores y en la proyección de marca.

El modelo de multipropiedad, cada vez más frecuente en Europa, despierta entusiasmo y recelos a la vez. Quienes lo defienden destacan la estabilidad financiera que aporta y la posibilidad de potenciar clubes de ligas menos poderosas. Los críticos alertan sobre la pérdida de independencia, posibles conflictos de intereses y un mapa deportivo que se concentra cada vez más en manos de grandes conglomerados.

Rijeka y el futuro

En el caso croata, Foley decidió mantener a Damir Mišković, actual dueño y presidente, como referente en la conducción diaria. Una señal de que la estrategia pasa por aportar capital y know-how internacional sin desplazar el liderazgo local. El club, además, tiene por delante desafíos importantes, como el proyecto de reconstrucción del histórico estadio Kantrida, una obra que demandará fuertes inversiones.

Con esta jugada, Bill Foley no solo fortalece su presencia en Europa del Este, sino que reafirma una tendencia que crece en el fútbol global: la de clubes conectados en red bajo un mismo paraguas de gestión, con intereses deportivos y comerciales cada vez más entrelazados.

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Federico Lamas

Periodista. Historias y deportes. Si se pueden mezclar mejor. Trabajé en El Gráfico, Canal Trece y Diario Popular. Ahora como editor de deportes en El Destape. Cubrí Juegos Olímpicos, elecciones, marchas y una vez me subí a un auto para seguir a tres prófugos. Escribo crónicas. Algunas salen. La objetividad es una mentira, lo que importa en el periodismo es la mirada.
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